miércoles, 12 de noviembre de 2008

Forma y Orientación de la casa ecológica

La forma de una casa interviene de manera directa en el aprovechamiento climático del entorno, esto a través de dos elementos básicos: la superficie y el volumen. Con relación a la superficie de la casa, por los intercambios de calor entre el exterior y el interior de la casa, a mayor superficie más capacidad para intercambiar calor entre exterior e interior. El volumen de la casa está directamente relacionado con la capacidad para almacenar energía: a más volumen, más capacidad para almacenar calor.

Una manera de cuantificar la relación entre la forma de una casa y su capacidad para intercambiar calor con el exterior, es tomar en consideración el factor de forma, que es el cociente entre la superficie del edificio y su volumen. Para climas fríos conviene un pequeño factor de forma, entre 0,5 y 0,8, mientras que para climas cálidos conviene uno grande, superior al 1,2.

Dependiendo de la forma de la construcción, la superficie de contacto de la casa ecológica con el exterior varía, influyendo esto sobre las pérdidas o ganancias caloríficas. Para obtener un buen aislamiento la superficie de contacto debe ser lo más pequeña posible y la altura elevada de la casa ofrecerá una mayor resistencia frente al viento.

Una casa compacta y alargada es ideal para obtener mayor captación de la energía solar, disponiendo en la fachada sur los dispositivos de captación.

Otro aspecto que interviene en el mecanismo de intercambio energético entre la vivienda y el exterior, es el color de la fachada. Los colores claros en la fachada de un edificio facilitan la reflexión de la luz natural y, por lo tanto, ayudan a repeler el calor de la insolación. Contrariamente los colores oscuros facilitan la captación solar.

En el caso de climas cálidos se debe reducir la existencia de ventanas en la fachada norte y sur para evitar la entrada de calor. Además de las ventanas, los muros también deben protegerse de la acción del sol. La disposición de plantas trepadoras sobre ellos y la utilización de colores poco absorbentes (sobre todo el blanco) son técnicas aconsejables.

Árboles en la fachada sur que refrescan el ambiente por evapotranspiración y, además, dan sombra a esa parte del edificio.

Por otro lado, las fachadas este y oeste, así como el techo, deben tener pocas aberturas o de poca dimensión para evitar la entrada por ellas del calor.

Orientación de ventanas


Oeste

Los rayos inciden de una manera más directa en las últimas horas de la tarde. Es la orientación aconsejada para salas o habitaciones que se utilicen por la tarde.


Norte

Las habitaciones con ventanas mirando al norte no reciben luz directa del sol. Para habitaciones que se quieren mantener frescas.


Sur

Luz directa y vigorosa hacia el mediodía, especialmente en los meses de verano. Adecuadas habitaciones que se utilizan en invierno.


Este

Proporcion a una iluminación natural suave durante las primeras horas del día. Una buena orientación para los dormitorios.